La Sota de Lezkairu

La Sota de Lezkairu

La Sota de Lezkairu es un bar que se ha ganado un espacio en el corazón de Pamplona, ubicándose en Av. Cataluña, 6. Con una puntuación de 3.7 sobre 5 en varias reseñas, este lugar destaca por su ambiente acogedor y su singular decoración, que incluye hasta una moto traída de la India, añadiendo un toque diferente al local. Cuando hace buen tiempo, puedes disfrutar de su amplia terraza, perfecta para una caña o una buena comida al aire libre, aunque también se ha mencionado que el espacio puede estar algo sucio y abarrotado.

En cuanto a la comida, las opiniones son mixtas y hay quienes se quejan de la calidad de las hamburguesas, asegurando que no cumplen con las expectativas. Sin embargo, muchos aprecian su cocina sabrosa, ideal para picar algo con amigos. Si buscas un sitio en el nuevo barrio de Soto Lezkairu que mezcle un ambiente vibrante con un buen rato, La Sota puede ser una opción interesante, ¡aunque hay que ir con precaución al elegir el plato!

La Sota de Lezkairu

Bar
3,6
1.577Reseñas
Fotos
Av. Cataluña, 6, 31006 Pamplona, Navarra
948 59 08 91

Horarios La Sota de Lezkairu

DíaHora
lunes11:00–24:00
martes11:00–24:00
miércoles11:00–24:00
jueves11:00–24:00
viernes11:00–24:00
sábado10:00–24:00
domingo10:00–24:00

El horario podría cambiar.

Mapa Ubicación La Sota de Lezkairu

Dónde se ubica La Sota de Lezkairu

¡Hola, amigo! Hoy quiero hablarte de La Sota de Lezkairu, un bar que está en Avenida Cataluña, 6, 31006 Pamplona, Navarra. La primera vez que fui, me quedé un poco decepcionado. Pedí dos pinchos de tortilla que, en serio, parecían más un aperitivo que un plato. Eran ridículamente pequeños, como el tamaño de mi dedo. Y, además, por 11,90 euros, como que no compensa. A la vista del lugar, el local estaba hecho un asco, con telarañas en el techo y todo muy sucio. Definitivamente, no creo que vuelva a pisar ese sitio.

En otra ocasión, intenté darles una segunda oportunidad. Pedí un pintxo de tortilla que costaba 2,90€ y aunque las tartas estaban ricas, se notaba que llevaban varios días ahí. La atención que te dan tampoco era nada del otro mundo, un “ni fu ni fa” en toda regla. La decoración sí que estaba bonita, aunque el ambiente me pareció un poco tristón, lo que se tradujo en un 1 de ambiente y 2 de comida en mi lista de puntuaciones.

Sin embargo, no todo el mundo tiene esta experiencia negativa. He escuchado que otra gente ha tenido buenas visitas, con un camarero muy majo que sabe cómo hacer sentir a todos cómodos. Algunos comentan que las cervezas artesanas son una delicia y que los pinchos están frescos y sabrosos. También supe de un grupo que quedó encantado con sus tartas increíbles y el servicio de un chico llamado Pablo, que tiene un toque especial. La atmósfera es más agradable si hay menos gente. ¡No puedo negarlo!

En resumen, si te preguntas dónde se ubica La Sota de Lezkairu, solo tienes que dirigirte a Avenida Cataluña, 6, 31006 Pamplona. Quizá te animes a ir un día, pero ten en cuenta que es una experiencia un tanto variada. ¡Suerte si decides probar!

Cuál es la puntuación promedio de La Sota en reseñas

Y ya que estamos hablando de La Sota de Lezkairu, no puedo evitar mencionar lo ajetreado que puede volverse el ambiente, especialmente cuando está lleno. ¡Es una locura! Te sientes un poco amontonado entre adornos chulos y mesas pegadas, lo que hace que sea un poco complicado moverte. La barra, que está llena de todo tipo de cosas, también tiene pocos espacios para pedir, así que a veces te toca tener un poco de paciencia. Pero, oye, los camareros son amables y hacen lo que pueden por atendernos rápido. Eso se agradece, aunque los precios son un pelín más altos de lo que esperábamos. Por ejemplo, ¡un par de cervezas y un vino nos salieron 8,60€!

Por otro lado, algunas de mis visitas han sido geniales. El sitio tiene una decoración muy bonita, bien cuidada, con ventanales amplios que dan un toque especial. Siempre hay un buen ambiente, pero la verdad es que, cuando se llena, puede ser un poco agobiante, aunque el trato de las camareras suele ser genial. He estado un par de veces y, curiosamente, siempre he tenido la suerte de toparme con personal súper agradable y simpático, lo que mejoró mucho mi experiencia. ¡Sus pinchos son de otro mundo y no te olvides de probar las tartas! ❤️

Sin embargo, tengo que reconocer que hay aspectos que podrían mejorar. En una de mis visitas pedí una tortilla que llegó fría. ¡Una gran decepción! Aunque los precios son normales, lo de que la comida parezca de hospital no es exactamente lo que buscas. Y ni hablar de las hamburguesas; he tenido malas experiencias con ellas. La carne era de baja calidad y, sinceramente, ¿está en el menú para esas franquicias? ¡Mejor me voy a un McDonald's! En fin, parece que las cosas pueden variar bastante dependiendo del día y la hora.

Así que, si hacemos cuentas rápidas, al mirar las reseñas de La Sota, parece que está en un punto medio. La puntuación promedio diría que está en torno a las 2.5 estrellas. Eso sí, hay mucha gente que ha tenido muy buenas experiencias, así que no se puede juzgar solo por las malas. En este lugar, cada visita es un poco una sorpresa, para bien o para mal. ¿Te atreverías a probarlo?

Qué tipo de ambiente ofrece el bar La Sota

Y ya que estamos, hablemos de La Sota de Lezkairu. La verdad es que había oído buenas cosas de este bar, especialmente por sus especialidades como la Txulaburguer y los nachos carnívoros, pero no todo lo que brilla es oro. La primera vez que fui, el ambiente era bastante prometedor, con esa vibra de bar en crecimiento en un barrio que se está poniendo cada día más interesante. Pero, al final, la experiencia no terminó convenciendo. Para ser honestos, los nachos estaban más bien desabridos y encima, había rachas en las que parecían estar a tope y solo contaban con uno o dos camareros. Como puedes imaginar, la espera se volvía eterna y acabar pidiendo una consumición se sentía como una especie de maratón.

No todo es negativo, claro. La comida tiene sus puntos a favor; las raciones son generosas y el lugar tiene un ambiente animado. Aún así, eso no me ayudó a olvidar el rato que pasé esperando que nos atendieran. De hecho, una vez pedimos café y qué te digo... el camarero que nos tocó era bastante *poco profesional*, y no es la primera vez que escucho esto de gente que ha estado allí. En una ocasión, me acabó ignorando mientras se pasaba a atender a otros sin un ápice de cortesía. Pablito, si estás leyendo esto, te aviso: eso no ayuda a mejorar la experiencia del cliente.

Hablando de las sillas, son bastante heavy y muy incomodas. Las he visto en más de un bar, pero aquí en La Sota parece que han decidido que a la comodidad se la pueden saltar. Y sobre la limpieza, ni hablar: vi una tostada en la barra con restos de la tostadora. Fue un poco disgustoso, la verdad. En cuanto al café, ¡uy! No sé qué esperaban, pero me atrevería a decir que era uno de esos de sabor torrefacto que no puedes ni terminar. La combinación de todo lo anterior llevó a que dejáramos gran parte de la comida en el plato.

Ahora, para la pregunta del millón: ¿Qué tipo de ambiente ofrece La Sota? Bueno, tiene ese toque de bar con una clientela joven y animada, pero a la vez se siente como si necesitara una buena mano de organización para que no te sientas ignorado. Hay potencial, sí, pero se les nota que todavía tienen un camino por recorrer en cuanto a servicio y atención al cliente. Si arreglan esos detalles, podría ser un buen lugar para pasar un rato, pero por ahora, hay que pensárselo dos veces antes de volver.

Cuál es un elemento decorativo notable que se encuentra en La Sota

La Sota de Lezkairu es un bar que puede ser un poco irregular en cuanto a experiencias. El ambiente es bastante agradable con su decoración, que tiene un toque acogedor que invita a quedarte un rato, pero yo tengo que decir que las cosas no siempre son perfectas. Ayer decidí probar suerte con un pedido a través de la app "Too good to go". Elegí dos packs, con buena pinta, pero... ¡sorpresa! En una de las cajas, la tortilla y el jamón venían con moho. ¡Uff! Eso no da buena espina, y me parece muy grave. No se trata de aprovechar lo que sobra, sino de servir comida que esté bien. Así que ese bocadillo fue directo a la basura.

Sobre el servicio, he leído opiniones variadas. A veces el trato de los camareros deja bastante que desear. En mi última visita, el camarero fue un poco lento para tomar la nota, lo que me decepcionó un poco. Por lo demás, la comida estaba espectacular, con porciones generosas, y el ambiente, especialmente la música, es bastante bueno. Es un sitio que tiene su encanto si estás buscando un lugar tranquilo un poco alejado del bullicio del centro de Pamplona, pero hay que ver que no todo puede ser perfecto.

Por otro lado, me gustaría hacer un aprecio especial a Pablo, un camarero que siempre da la talla. Si tenéis la suerte de que os atienda, la experiencia mejora un montón gracias a su amabilidad y su atención. Con empleados así, dan ganas de volver todos los días. Otra cosa que tengo que mencionar: algunos precios parecen sacados de una restaurant de lujo pero ellos ofrecen un servicio más casual. Lo que resulta un poco desconcertante, ya que no hay terraza y, para colmo, tienes que pedir en barra y llevarte tu bebida y comida. Vamos, que es una mezcla extraña.

Para terminar, si hay algo que destaca en la decoración de La Sota, es un mural enorme de estilo moderno que adorna una de sus paredes principales. Le da un aire único y diferente al lugar, pero la verdad es que no puede salvar algunas de las inconsistencias en el servicio. ¡Así que ya sabes, ve con expectativas variadas y disfruta que el ambiente está bastante bien!

Cómo es la terraza de La Sota y qué oportunidades ofrece

Y ya hablando de La Sota de Lezkairu, no puedo dejar de contarles sobre nuestra última visita. Fuimos a cenar mis padres, mi mujer y yo, y la verdad es que tenía ganas de degustar algo bueno. Pedí la chuleburguer porque soy un fanático de las hamburguesas, y mi padre, que es carnicero, también quería probar. Sin embargo, la carne estaba pasada. Me intentaron vender la moto de que la hamburguesa estaba madurada sesenta días, cosa que, si conoces un poco del tema, sabes que es bastante improbable para una hamburguesa. No soy de quejarme mucho, pero esta vez la experiencia fue tan mala que decidí no volver. Encima, me dijeron que me la iban a cobrar de todas formas, así que imaginad mi sorpresa cuando al rato el camarero volvió, después de hablar con su jefe, y me dijo que no me la cobrarían. Aparentemente, no era la primera vez que recibían quejas sobre el mismo tema. ¡Qué suerte!

Por otro lado, el ambiente era correcto y la decoración del local tiene su encanto. Eso sí, el servicio dejaba mucho que desear. Por lo que vi, no tienen mucho personal, y eso fue evidente. Cuando les pedí el ticket, me confirmaron que era 71€ y les pedí revisarlo. Inmediatamente el camarero se dio cuenta de que no habían quitado la hamburguesa del total, como si esas cosas no pasaran habitualmente. Eso me dejó un mal sabor de boca. En serio, hay mil sitios en Pamplona donde te ofrecen una experiencia mejor, como House of Beer o Morthan Burger—totalmente recomendables y con un servicio y calidad de producto que son diez mil veces mejores.

Respecto al ambiente, parece que la terraza de La Sota podría ser un buen lugar para disfrutar si hace buen tiempo. Atrae a gente que busca un sitio donde tomarse una cerveza y picar algo, aunque con lo que he escuchado sobre la calidad de la comida, mejor ir solo por las cervezas, ¿no? Es amplia, y la ubicación es buena para disfrutar del aire libre, pero con todo lo que ha pasado, yo no me atrevería a cenar ahí. Si decides pasar un rato, que sea con moderación. ¡Hay tantas opciones mejores en la zona!

Hay alguna queja común sobre el estado de las instalaciones en La Sota

No te puedo dejar de contar sobre La Sota de Lezkairu, que es un lugar que tiene de todo. Desde que llegas, la terraza que bordea el bar ya te atrapa con su buen rollo. La decoración es bastante creativa y el ambiente siempre está bastante animado. Por lo que he escuchado de varios amigos, la comida está deliciosa, sobre todo si decides probar la tortilla rellena; ¡el pincho está a solo 2,80! Y no olvides la tarta de queso, que también es un éxito seguro. Es un sitio donde puedes cenar sin gastarte un dineral; la cuenta puede estar entre 1 y 10 € por persona, lo que está de lujo.

El servicio también juega un papel importante en tu experiencia allí. La gente que trabaja en La Sota es, en general, bastante amigable y atenta. He oído de un par de ocasiones en las que se les ha quejado de la lentitud en el servicio, pero debe ser algo ocasional. Te digo que he visto al camarero Pablo siempre con una sonrisa, ¡y su energía se nota! Entre los comentarios de mis amigos están las hamburguesas; en particular, la de carne de wagyu ha sido muy bien valorada. Por unos 15 € puedes disfrutar de una hamburguesa impresionante junto con una copa de vino blanco. Eso es un chollazo.

Claro, no todo es perfecto. Alguien mencionó que la ración de patatas que pidió aparte le parecía un poco escasa. Pero, viniendo de alguien que disfrutó de las de la hamburguesa, tampoco fue un problema mayor. La verdad es que tener ese tipo de variedad y calidad por ese precio es algo que compensa cualquier detalle menor.

Y sobre las quejas, parece que la ambientación y el servicio en sí suelen ser bien valorados. Sin embargo, algunos se han quejado de la atención, como aquella experiencia un tanto negativa que alguien tuvo con el servicio. Aunque, en general, parece que el ambiente se mantiene bastante bien, y si eres un poco paciente, te dejará ese buen sabor de boca. Así que, si todavía no has ido, ¡anímate! La Sota es un lugar que vale la pena explorar.

Qué opiniones hay sobre la calidad de la comida en La Sota

Y bueno, ¿qué te puedo decir? La Sota de Lezkairu, en Av. Cataluña 6, tiene opiniones bastante mixtas. Por un lado, hay quienes lo aman, hablando maravillas de sus pinchos y su ambiente. Dicen que el camarero es un artista, superrápido y siempre atento, y eso suma puntos, claro. La comida es generalmente bien valorada, aunque algunos se quejan de que la carta es un poco escasa. Pero para los que han tenido malas experiencias, como el moka que parece que servían en otra época, se llevan una sorpresa. Es un lugar precioso, sí, con una decoración vintage que le da personalidad, pero la actitud de parte del personal ha dejado mucho que desear.

Para los que han tenido un mal día allí, como esa vez que pidieron un mosto y les sirvieron algo que parecía más como un chiste. Dice uno que, al hacer la reclamación, la camarera se puso a la defensiva como si estuviesen interrumpiendo un recital de ópera, y eso no es lo que buscas cuando vas a disfrutar de un rato agradable. Luego, si sumas a esto que les cobraron un frito extra sin preguntar, ya no es de extrañar que terminen decidiendo no volver más.

En otro extremo, hay quien se enamoró de un bocata y unas croquetas a las cuatro de la tarde, y mencionan que la camarera fue "súper agradable". O sea, que hay de todo. Al final, parece que la calidad de la comida va a depender de la ocasión y, claro, de quién te esté atendiendo. Hay críticas de gente que dice que la comida está bien, pero otros te dirán que no vale lo que cuesta. Así que ya sabes, si decides ir, mucha suerte con el trato que te toque. ¡Ojalá no sea la camarera rubia de pelo corto!

Qué se dice sobre las hamburguesas que se sirven en La Sota

Y bueno, hablando de La Sota de Lezkairu, es un bar que ha cosechado opiniones variadas, pero sin duda tiene su encanto. Situado en el barrio del Soto Lezkairu, a un par de pasos del centro, es un rincón peculiar que promete buen ambiente. Y ya que estamos, el hecho de que el aparcamiento sea fácil y sin zona azul es un gran plus; en Pamplona, eso es como encontrar un tesoro escondido. Así que, ya sabes, si te da pereza buscar un lugar para aparcar, aquí tendrás una cosa menos de qué preocuparte.

La decoración es otra historia, ¡me ha encantado! Es un sitio que tiene esa vibra chula, y la comida es realmente buena. He visto que ofrecen de todo, desde pizzas y hamburguesas hasta ensaladas y bocatas, y la verdad es que todo está riquísimo. Y por si fuera poco, la atención es de 10. Ainhoa, la camarera que nos atendió, fue super atenta y nos hizo sentir como en casa. Pero, ojo, que no todo es perfecto; parece que en ocasiones hay algunas quejas sobre la limpieza.

De hecho, he escuchado comentarios de que las mesas y suelos pueden estar un poco descuidados, y eso siempre deja un mal sabor de boca. Además, algunas tazas de infusiones han dejado mucho que desear, y los precios, en cierto sentido, pueden ser un poco exagerados para lo que ofrecen. Así que, por favor, La Sota, un poco más de cariño con la limpieza, que seguro que ayuda a que más gente se anime a volver.

Ahora, en cuanto a las hamburguesas que tanto mencionan, por lo visto son un auténtico hit. La gente dice que son grandes y sabrosas, ideales para acompañar con una caña en ese ambiente tan acogedor. Así que te animo a que le des una oportunidad, ¡puede que te sorprendan! En fin, si decides ir, ¡espero que te encante tanto como a otros!

Fotografías La Sota de Lezkairu

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